La tendinitis es bastante habitual entre los deportistas, sin embargo, no siempre la tratamos a tiempo.
Es la inflamación de los tendones, (la unión del músculo con el hueso) ocasionada fundamentalmente por una mala postura, un movimiento repetitivo o un sobreesfuerzo, también se puede deber a enfermedades como la diabetes o la artritis reumatoide. Este tipo de afección se da con mayor frecuencia en el codo, el talón, el hombro y la muñeca.
Normalmente, la tendinitis se puede tratar con medicamentos o ejercicios específicos, sin embargo, si la ignoramos y no le ponemos tratamiento a tiempo, podemos requerir cirugía si la inflamación del tendón pasa a ser rotura.
Ante un dolor, en lugar de atiborrarnos a analgésicos, siempre deberíamos acudir a un especialista médico para que determine qué lo está causando. El problema hay que atajarlo de raíz. Por ello, el diagnóstico de la tendinitis es fundamental para curar la inflamación y no sufrir problemas futuros.
La tendinitis puede empezar con dolor, que irá aumentando de intensidad conforme va pasando el tiempo si no le ponemos solución. En ocasiones el dolor es constante, mientras que otras veces es intermitente, apareciendo sobre todo por la noche. El dolor se concentra, normalmente, en la unión entre el hueso y el tendón.
También podemos sufrir una pequeña hinchazón en la zona afectada, como reflejo de la inflamación que está soportando el tendón, o incluso la emisión de calor en un punto concreto. Esto nos puede indicar dónde se encuentra exactamente la tendinitis.
En casa, podemos aliviar los síntomas de una tendinitis tomando analgésicos o antiinflamatorios, pero estos no son más que una solución temporal, además mejorará haciendo reposo y evitando la actividad que ha propiciado su aparición.
Pero es fundamental que acudamos al médico para que evalúe el tipo de tendinitis que sufrimos y que emita un tratamiento. Este puede incluir fármacos, sesiones de fisioterapia, inyecciones de cortisona o, en los casos más graves o crónicos, cirugía.
Como siempre, es mejor la prevención que cualquier tratamiento posterior, con lo que os aconsejamos calentar de manera progresiva durante al menos 10 minutos. Si empiezas la práctica de un nuevo deporte, toma unas clases en una sala especializada o busca la ayuda de un entrenador con el fin de adquirir la buena técnica.
Equípate correctamente en función del deporte que vayas a practicar. Unas buenas zapatillas son esenciales para evitar las tendinitis. Recupera después del esfuerzo estirando los músculos durante un largo rato. Bebe con bastante agua antes, durante y después del entrenamiento. Y sea cual sea la actividad o deporte que practiques es tanto o más importante descansar lo suficiente para que tu cuerpo se recupere.