Cada uno de nuestros pies se compone de 5 metatarsianos, 5 huesos largos que se extienden a lo largo de nuestro arco plantar, “algia” significa dolor, por lo que metatarsalgia es dolor en los metatarsianos, Esta dolencia es más frecuente en mujeres que usan tacones altos, pero en el terreno deportivo, es una de las lesiones más frecuentes en corredores.
Se trata de un dolor local justo debajo de los dedos de los pies que aparece sobre todo con el apoyo (cuando caminamos o corremos) y lo normal es que desaparezca con el reposo.
A veces, en las zonas con exceso de presión, pueden aparecer durezas en la zona plantar tipo callosidades o clavos. Puede ser que en las plantillas de las zapatillas puedas ver marcados los puntos de mayor presión metatarsal y/o digital.
También es posible tener los dedos en garra y restricción en la flexión de los mismos.
¿A que puede estar debido?Durante la carrera es la parte anterior del pie la que absorbe todo el impacto de la zancada. Si no están bien distribuidas las cargas, se puede originar un aumento de apoyo en la cabeza de los metatarsianos generando así inflamación e irritación.
Esta dolencia es más frecuente en mujeres que usan tacones altos, pero en el terreno deportivo, es una de las lesiones más frecuentes en corredores.
Lo principal y más recomendable es conocer la causa y descartar enfermedades reumáticas y metabólicas, seguido de un estudio de la pisada realizada por un podólogo que será el que considere la utilización de plantillas personalizadas.
El segundo paso y no menos importante es el tratamiento de la lesión de manos de un fisioterapeuta para disminuir el dolor, y la inflamación y eliminar cualquier tipo de hipomovilidad articular que pueda alterar el reparto de cargas, esto se consigue con terapia manual, osteopatía, terapia invasiva, Indiva, láser…
Para evitar que la lesión se reproduzca o se mantenga en el tiempo o incluso para prevenirla en el caso de corredores, es altamente recomendable trabajar con un entrenador la técnica de carrera, utilizar un calzado adecuado, realizar los correspondientes descansos entre entrenamientos e insistir en los estiramientos de la parte posterior de la pierna para evitar acortamientos musculares.
Si la lesión persiste o hay sospechas de otro tipo de lesiones lo más aconsejable es acudir a su médico para hacer pruebas por imagen como ecografía o radiografía.